jueves, 2 de diciembre de 2010

Aprendiendo educación sexual 1


Ayer se celebro el día mundial de la lucha contra el SIDA. En relación a eso va mi publicación de hoy pues considero que la enseñanza adecuada de la educación sexual, desde el comienzo, a los niños puede evitar en muchos casos contagios y prácticas arriesgadas sexuales. No hay que olvidar que la educación sexual y el conocimiento sobre las prácticas sexuales comienzan por conocer nuestro propio cuerpo.
Desde Sigmund Freud, la presencia de manifestaciones de deseos sexuales en los niños en la primera infancia ha sido motivo de estudio y tratamiento. Por ello actualmente en las escuelas y familias se ocupa un espacio para tratar la educación sexual.
El hombre es un ser sexuado desde el comienzo de su vida; la sexualidad y el sexo abarcan toda la vida, la configuran. Se nace con un sexo biológico determinado, pero el psicológico y social ha de ser conquistado, formarse poco a poco. Una de las conquistas que ha de realizar el niño es la de su yo sexuado,motivo por el que debe ser tratado con naturalidad, honestidad, cariño y teniendo su propio espacio dentro del proceso educacional del niño.
El desarrollo de la sexualidad humana empieza con el contacto físico, cuando los bebés son sujetados y acariciados. No se debe privar al bebé de contactos corporales. Es necesario reconocer al niño como ser sexuados, en relación consigo mismo y con otros, para que se construya una identidad sexual propia. La sexualidad infantil es una de las puertas por la cual el niño desarrolla su personalidad y sus relaciones con la afectividad.
La educación sexual es un proceso largo. Siempre hay tiempo de corregir e intervenir para que el niño vaya mejorando su concepto, su conocimiento y su vivencia sobre la sexualidad. Normalmente, se estimula el desarrollo del niño, y se está muy pendiente de su evolución al comer solos, al caminar, a que tengan buenos hábitos, etc., pero se olvida de la sexualidad. Existe todavía demasiado cuidado, "respeto" y en muchos casos un cierto tabú en hablar del tema. 
No hay que olvidar que dependiendo de la actitud de los padres, los niños aprenden si el sexo es bonito o feo, correcto o incorrecto. Los padres son un modelo con sus actitudes. 
Otra actitud que los padres no deben olvidarse es de evitar separar niños y niñas en grupos distintos en lo que a sexualidad se refiere. El hecho de negar igual derecho a la información, a la formación, y al placer, harán niños pasivos, educados para la sumisión y muy poco preparados para resolver posibles problemas en el futuro. La información adecuada a los hijos les ayudará después a enfrentarse a posibles abusos, enfermedades, etc., les protegerá.
Los juegos sexuales suelen comenzar a partir de los 3 años y es bastante frecuente en forma simbólica (médicos, padre-madre...). Mediante él pretenden examinar los cuerpos de los otros y las diferencias respecto al suyo. Frente a ello la actitud del educador y de los padres ha de ser de indiferencia o promoviendo otras actividades con las que el niño pueda conocer los cuerpos de los demás.
El descubrimiento del sexo individual tiene dos facetas:
  1. El reconocimiento de sus órganos sexuales y la comprensión de que son diferentes de los del otro sexo.
  2. La identificación con el modelo de su propio sexo.
A los 2 años ya sabe si es niño o niña, pero no por la diferencia de sus órganos sexuales sino por la diferenciación respecto a la ropa, el pelo, la posición al hacer pis...
A los 3, siempre que tenga ocasión de observarlas, descubrirá las diferencias anatómicas de los sexos.
A continuación os dejo el enlace de uno de los muchos vídeos que encontrareis sobre el tema.
Conozco este libro y trabaje con él con niños pequeños, resulta muy didáctico y entretenido.

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