Un poco de Mafalda

Cuantas veces de pequeños pensamos esto a la hora de estudiar (porque indudablemente el derecho a la educación siempre va vínculado a los estudios, aunque no sólo de eso depende la educación), y según vamos avanzando como desaparece de nuestra memoria, de nuestra idea.

Por mi experiencia laboral sé que todavía es un pensamiento que tienen muchos niños, ven el estudio como una obligación y no como algo que les valdrá a lo largo de toda su vida, no sólo por lo que les aportará a nivel personal, de amistades, de madurez, sino también a la hora de aspirar al mundo laboral. Si en los tiempos que corren ya es difícil encontrar un trabajo, cuanto más si no tienes estudios. Quizás habría que enseñarles de alguna otra manera que los estudios no son una obligación, sino una puerta hacía una aventura, hacía un viaje. Demostrarles que los estudios aportan algo a tu vida que te llevará por muchos caminos, que te abrirá muchas puertas. A veces sólo se quedan con conceptos que después no saben poner en práctica. No se trata sólo de eso, se trata de educar, de darle unos valores. El mundo de los estudios no es sólo una experiencia, son muchas experiencias. Aprender a convivir, a valorar las cosas, a trabajar en grupo, a crear y formar amistades...Pero considero que lo primordial es demostrarles que la educación se sirve de muchos caminos para alcanzar todas sus metas, todos sus objetivos, métodos que son divertidos, amenos y dinámicos.